Crianza con conciencia
Cuando las exigencias de la crianza aumentan durante momentos estresantes, por ejemplo, la hora de la cena, la hora de ir a la cama o cuando estás demasiado cansado, nuestras reacciones pueden adoptar una forma distinta a la que nos gustaría.
Cuando practicamos la crianza con conciencia, hacemos un esfuerzo intencionado de criar a los niños para que estén más estables, tranquilos y calmados.
Estas son habilidades que les servirán a ti y tus hijos.
Cuídate
Es muy vital que nos cuidemos.
Parece que los niños se dan cuenta cuando tenemos dificultades.
Date un momento de tiempo a solas. Mantenlo sencillo.
No tienes que buscar los plazos de tiempo largos.
Recobrarte un par de momentos hará maravillas en ti.
Despiértate cinco minutos antes
Para dar una pausa, reflexionar, sentir, mirar para adentro.
Cuando te despiertas, date cuenta de tu respiración.
La respiración es lo que te ancla.
Investiga lo que está pasando.
¿Existe alguna tensión, resentimiento, ira?
¿Te sientes centrado?
Una buena contemplación para la semana que viene:
Reflexiona sobre las maneras en las que tú, como padre, quizás no estás incluyendo la paciencia, compasión o aceptación en tu crianza.
Cálmate y céntrate.
Un momento de agradecimiento. Estoy agradecido por .
Cuando estás tranquilo y claro, tu día puede empezar de una manera positiva.
Realiza una postura de yoga reparadora
Descanso constructivo
Desconéctate de las pantallas para tu salud mental, longevidad y conciencia plena.
- Con una postura recostada y boca arriba, las rodillas dobladas, pies en el piso y más separados que las caderas.
- Deja que las rodillas se toquen para sostenerse, la una a la otra.
- Vuelve a ajustarte con cualquier movimiento que te haga sentir más cómodo.
- Puedes ponerte las manos en la barriga o llevar las palmas hasta los costados de tu cuerpo.
- Disfruta de unas respiraciones largas y profundas.
- Haz un escaneo de tu cuerpo con conciencia.
Relajándote el rostro, ablandándote la quijada.
Relaja cualquier esfuerzo de tus piernas.
Ablándate la pelvis y barriga.
Acoge tu respiración en una barriga cada vez más blanda.
- Déjate llevar por el silencio. Descansándote con amor y bondad en el corazón para ti mismo y para los demás. Disfruta de este descanso.
- Voltéate suavemente hasta el costado y súbete lentamente con los brazos hasta estar sentado, listo para la transición a la próxima actividad.
La pausa para los padres
Los sentimientos difíciles y retos se presentan todos los días en el ámbito de la crianza.
La pausa para padres es la puerta para que aprendas y conectes con tu hijo de una manera útil y fácil.
Ayudará a apaciguar las situaciones de mucho estrés.
Primero, sé consciente de las transiciones estresantes, tal como salir de la casa para ir a la escuela.
Cuando las emociones se intensifican, estas cinco palabras pueden ser un pilar de fuerza.
Para Pausa Escucha Observa Responde
Para: Cálmate y céntrate. Encuentra una respiración profunda y equilibrada. Buscando adentro un sentido de consolación.
Pausa: Date una pausa un momento para sentir tus pies sobre la tierra. La pausa es lo que tú y tu hijo necesitan para sentirse seguros y estables.
Damos una pausa para darte cuenta de lo que está pasando en tu mente, tus pensamientos, sentimientos y el cuerpo físico.
¿Estoy concentrado o distraído?
¿Tengo la mente tranquila o agitada?
¿Qué está pasando en la mente de tu hijo?
Siempre tenemos la opción de ralentizarla.
Puedes preguntar a tu hijo:
¿Quieres una segunda oportunidad?
Escucha: Escucha siempre. Da una pausa y escucha con un amor y una atención genuinas.
El escuchar es donde comienza el amor.
Permitimos a nuestros hijos el espacio para que sientan lo que necesitan sentir.
Deja los “deberías” y los “se supones”
Observa: Pensamiento, palabras y acción.
Es un gran regalo obtener claridad sobre lo que esté presente.
Tal vez existe algo al que necesito prestar atención.
Capaz que escuchemos ira, tristeza, miedo, ansiedad o confusión de nuestros hijos.
Capaz que también escuchemos gratitud, bendiciones, honestidad.
Capaz que escuchemos “te quiero, mamá/papá, lo siento mucho”.
Responde: Responde de una manera suave y compasiva.
Permite lo que surja, pero no agregues nada.
Si notas un juzgamiento o crítica, brinda un sentido de amor y cariño. La maldad causa la preocupación y juzgamiento, previene que un niño se sienta amado.
La bondad nos ablanda el corazón. Nos ofrece nuevas posibilidades. Nos invita a una nueva conversación.
Pregunta: ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes sobre esto? ¿Qué necesitas de mi en esto momento?
¿Qué te sientes en este momento?
Lo bueno de estas cinco palabras
Para, Pausa, Escucha, Observa, Responde es que nos demos espacio. Una pausa les da a ti y tu hijo la oportunidad muy necesaria de crecer. Responder a las personas y los eventos en nuestras vidas desde un lugar de paz y cariño. Ese es el lugar indicado. Ahí es donde ocurre el verdadero proceso de la crianza. ¡Juntos crecemos!
La fuerza de la oración empieza contigo,
directo de tu corazón, saliendo en ondas hacia nuestros hijos y todos los niños en todas partes.
Una oración para nuestros niños
Gracias por el nacimiento de todos los niños hermosos
en nuestras vidas y en el mundo.
Qué todos los niños se sientan amados y protegidos.
Qué todos los niños crezcan con un corazón fuerte para amar y servir.
Qué todos los niños conozcan la paz y tranquilidad.
Qué todos los niños conozcan la alegría y el regocijo.
Qué todos los niños sean sanos y nutridos.
Como padre, pido dirección interna y sabiduría.
Qué pase por encima y por dentro de nosotros, qué nos sirva
de la manera en que tiene que servirnos.
Como padre, qué yo sea un vehículo para el amor.
Enséñame a amar con paciencia. Demuéstrame el perdón.
Hazme simpático y compasivo.
Para que esté ahí para mi hijo completamente.
Para dar una pausa, escuchar, responder, entender quién es él/ella
Y qué es lo que necesita.
Qué todas las familias sean dichosas.
Qué todos los niños aprendan de sus familias los principios de amor, honestidad y verdad.
Qué aprendan la bondad.
Qué aprendan la valentía y fuerza.
Qué cada uno encuentre su propósito en la vida.
Qué todos los niños sean libres.
Para que vivan en lo más completo y amen en lo más profundo.
Qué siempre recordemos nuestra integridad y nuestro camino para volver a casa.
Qué el espíritu de esta familia, desde las generaciones anteriores hasta las del futuro, bendiga y sustente a este niño.
Juntos crecemos en el Family Center.
Junto bendecimos a nuestros hijos con una oración silenciosa.
Por favor, añade tus propios deseos.
Qué todos los niños reciban los beneficios de esta oración.
Qué la luz del mundo rodee cada uno de los preciosos.
Gracias por estar aquí.